lunes, 16 de julio de 2012

TEMPLOS VACÍOS... ¿QUE HACER?

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Por: Raúl Mondragón



Días 
atrás vi en las redes sociales vi una serie de publicaciones, que lanzaban preguntas acerca del porque el abandono de los templos; en este tenor y comencé a meditar en el asunto. 



Me parece y con todo respeto considero que la preocupación es legítima y loable; pero el enfoque es incorrecto, por las siguientes razones:

jueves, 12 de julio de 2012

ACARICIANDO EL INSTANTE




Por: Raúl Mondragón

Siempre espero la existencia de un suspiro de fulgor deslumbrante, de un arcoíris que solo tiene fuga en tus manos, de una suave caricia de tus labios, o el deleite en la sonrisa de tu ser; en donde encuentra refugio  el sentimiento impetuoso de mi creer.

martes, 10 de julio de 2012

SOY UN MILAGRO


Por: Raúl Mondragón

Mirando este hermoso cielo a través de las copas de los árboles, vino a mi mente un versículo del libro de Job

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.(Job 38:4)

domingo, 8 de julio de 2012

LA DIVINIDAD: La Encarnación

Por: Raúl Mondragón


Esta es la cuarta parte del Tema: La Divinidad: El Dios Uno



   Es necesario mencionar que el término no aparece así en la Biblia; se deriva del uso que las Escrituras hacen de los términos “en carne” griego. sarx en relación con el cuerpo del Señor “… ha venido en carne” (2 Juan1:7). Desde los principios mismos de la Iglesia muchos comenzaron a negar, unos diciendo que realmente no era un hombre, otros alegando que sí era humano, pero que no era Dios. La herejía docetista enseñaba que Cristo había sido una especie de aparición y que no había “nacido de mujer” (Gál. 4:4). Los sabelianos del siglo III decían que Dios se había manifestado en tres maneras distintas, tres modos diferentes, no en tres personas, negando así el carácter personal del Espíritu Santo y del Señor Jesús, así como su encarnación. Todas estas vinieron a desembocar en el gnosticismo del siglo II  pensamiento negador de la encarnación. 

LA DIVINIDAD: La Naturaleza de Cristo


Por: Raúl Mondragón

Esta es la tercera parte del Tema: La Divinidad: El Dios Uno


La Naturaleza de Cristo
La Biblia testifica que además de la naturaleza divina, Cristo posee una naturaleza humana. La aceptación de esta enseñanza es crucial (1Juan4:2-3); [1] en Jesús esas dos naturalezas se fundieron en una sola persona, en el no se halla la pluralidad asociada con el Dios Triuno.

LA DIVINIDAD: EL Dios Plural


Esta es la segunda parte del Tema: La Divinidad: El Dios Uno

Hay una evidencia que resulta muy contundente y es la que se usa para identificar a Dios en el primer libro: Génesis 1:1 En el principio creo Dios, ahí para Dios se usa la palabra hebrea Elojim plural de elojad ; que significa: dioses en el sentido ordinario; pero específicamente el Dios supremo (en plural, con el artículo), [1] aquí no se usa el tetra garama  YWHW; para indicar que es Dios;[2] así que  El ó Eloa como se usa en los Salmos (104:1) es Dios y la partícula  him es dada para el plural. Un rabí judío eminente, Simeón  de Joachi, en su comentario sobre la sexta sección de Levíticos, tiene estas palabras notables: "Venga y vea el misterio de la palabra Elohim; Hay tres grados, y cada uno grado solo único, y todavía a pesar de que son todos uno, y unidos juntos en uno, y no están divididos el uno del otro”.[3] 

LA DIVINIDAD: EL DIOS UNO


Por: Raúl Mondragón


INTRODUCCIÓN
Al hablar del tema de la Trinidad entendemos a la luz de la historia cristiana que no es un asunto nuevo; y  ha  traído división, incluso para algunos al racionalizar este asunto han considerado que si en las Sagradas Escrituras se le llama “Dios Padre” a Dios, por lo tanto Jesús el Hijo, debe ser un hijo literal y el Espíritu Santo  el mismo Jesús en forma espiritual. Tal parece que no hay palabra o argumento que nos pueda hacer captar fácilmente la Trinidad;  pero ¿realmente es así?; ¿Qué dice la propia Biblia al respecto?  Y ¿Cuál es el enfoque  de la iglesia adventista? 


Este artículo pretende aportar  evidencias para encontrar respuesta a estas interrogantes, mediante argumentos doctrinales y evidencias escriturales para esclarecer este asunto; estableciendo algunos principios básicos de interpretación, identificaremos  palabras clave, en el  griego y hebreo;  atravez del uso de diccionarios y diversos comentarios de especialistas en el tema. Debido  a que la  información que existe es abundante, solo pondremos de manera ordenada los conceptos sobresalientes que de esta investigación  se arrojaron.