Esta es la segunda parte del Tema: La Divinidad: El Dios Uno
Hay una evidencia que resulta muy contundente y
es la que se usa para identificar a Dios en el primer libro: Génesis 1:1 En el principio creo Dios, ahí para Dios
se usa la palabra hebrea Elojim plural de elojad ; que significa: dioses en
el sentido ordinario; pero específicamente el Dios supremo (en plural, con el artículo), [1]
aquí no se usa el tetra garama YWHW; para indicar que es Dios;[2] así que El ó Eloa como se
usa en los Salmos (104:1) es Dios y la partícula him es dada para el plural. Un rabí judío eminente, Simeón
de Joachi, en su comentario sobre la sexta sección de Levíticos,
tiene estas palabras notables: "Venga y vea el misterio de la palabra Elohim; Hay tres grados, y cada uno
grado solo único, y todavía a pesar de que son todos uno, y unidos juntos en
uno, y no están divididos el uno del otro”.[3]
La primera frase en la S. E. muestra la conveniencia de recurrir a este
principio. Hemos rastreado nuestro término Dios y para su fuente, hemos visto su significado. Ahora deberíamos
rastrear el original para su raíz, pero esta raíz no aparece en la Biblia
hebrea, pero “Como Dios está sin comenzar y sin causa, como su
ser es infinito y no derivado”, el lenguaje hebreo le consulta conveniencia
estricta en no otorgarle ninguna raíz de donde su Nombre puede ser deducido.
Ésta no es una idea nueva; Dios fue considerado en la misma luz entre los
hebreos antiguos; [4]
como dice William Barclay:
“En esa época era muy importante y novedoso este concepto, ya que el hombre ha creído en Dios de tres maneras. La primera politeísmo Polloi, en griego, significa muchos; theos, Dios o un dios. Segundo, el henoteísmo un solo dios válido para un grupo, pero sin excluir los dioses de los demás. Por último está la fe monoteísta: sólo hay un Dios de todos los seres humanos; Dios de este universo y de cualquier otro universo existente o por existir. Cosa nada fácil ... los grandes profetas no sólo enseñaban el monoteísmo, sino el monoteísmo ético”;[5]
La conocida shamá (Deut 6:4) dice “El Señor uno es” nuevamente la palabra hebrea ahí es Ekjád viene de la raíz achad juntar, unificar; reunir los pensamientos; uno, una unidad. Echad significa lo mismo que “uno” en español, tanto en sentido estrecho (Ecl 9:18), como en el más amplio de los sentidos uno compuesto de muchos, como en Gen 2:24, donde una mujer y un hombre se convierten “en una sola carne”,[6] o en Gen 11:14; [7] resulta evidente que no son una sola carne pero si en propósito, en unidad, por lo tanto es un “Dios plural”.
“En esa época era muy importante y novedoso este concepto, ya que el hombre ha creído en Dios de tres maneras. La primera politeísmo Polloi, en griego, significa muchos; theos, Dios o un dios. Segundo, el henoteísmo un solo dios válido para un grupo, pero sin excluir los dioses de los demás. Por último está la fe monoteísta: sólo hay un Dios de todos los seres humanos; Dios de este universo y de cualquier otro universo existente o por existir. Cosa nada fácil ... los grandes profetas no sólo enseñaban el monoteísmo, sino el monoteísmo ético”;[5]
La conocida shamá (Deut 6:4) dice “El Señor uno es” nuevamente la palabra hebrea ahí es Ekjád viene de la raíz achad juntar, unificar; reunir los pensamientos; uno, una unidad. Echad significa lo mismo que “uno” en español, tanto en sentido estrecho (Ecl 9:18), como en el más amplio de los sentidos uno compuesto de muchos, como en Gen 2:24, donde una mujer y un hombre se convierten “en una sola carne”,[6] o en Gen 11:14; [7] resulta evidente que no son una sola carne pero si en propósito, en unidad, por lo tanto es un “Dios plural”.
La Personalidad del Espíritu
Santo
Algunos
escépticos afirman que no hay energía más importante en el mundo que el poder
de la mente; pero cuando hablamos de una transformación absoluta o la
conversión de una persona, los cristianos se lo atribuimos a la obra del
Espíritu Santo; pero ¿quién o qué es el Espíritu Santo?, ¿es una fuerza, un poder?
Ya en Génesis 1:2 se advierte la
presencia del Espíritu Santo o Espíritu de
Dios; si como algunos creen es la presencia “espiritual de Cristo” [8]una
cuestión obligada seria ¿habría necesidad de una manifestación del Espíritu en
ese momento?; resulta adecuado lo que D.L
Moody escribiera: “Fui un cristiano mucho antes que me encontrase con que
el Espíritu Santo fue una persona. Ahora esto es algo que muchos no parecen
entender, pero si usted estudia la
Biblia verá lo que Cristo tuvo que decir
acerca del Espíritu Santo, encontrará que él siempre habló de él como una persona,
nunca hablo de él como una influencia”. [9]
Notemos tan solo un ejemplo: En Hechos 5:3,4 ¿A quién le mintió Ananías? “No has mentido a los hombres sino a Dios”; es decir al Espíritu Santo, resulta evidente que el Espíritu Santo es Dios, así como Cristo es Dios.[10] Algunas personas tienen la idea que el Espíritu Santo es un atributo de Dios, algo así como la misericordia o simplemente una influencia; sin embargo el N.T. dice al respecto: En Lucas 4:1 … “Jesús, lleno del Espíritu Santo” ¿lleno de qué? si fuera la misma persona o una fuerza que necesidad habría de señalarlo, y Mateo 1:20 “…porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”; es decir realiza las obras de Dios y tiene funciones muy bien definidas; da vida (Genesis1:2), si no fuera Dios no lo haría (Romanos 8:2); Barclay escribe:
Notemos tan solo un ejemplo: En Hechos 5:3,4 ¿A quién le mintió Ananías? “No has mentido a los hombres sino a Dios”; es decir al Espíritu Santo, resulta evidente que el Espíritu Santo es Dios, así como Cristo es Dios.[10] Algunas personas tienen la idea que el Espíritu Santo es un atributo de Dios, algo así como la misericordia o simplemente una influencia; sin embargo el N.T. dice al respecto: En Lucas 4:1 … “Jesús, lleno del Espíritu Santo” ¿lleno de qué? si fuera la misma persona o una fuerza que necesidad habría de señalarlo, y Mateo 1:20 “…porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”; es decir realiza las obras de Dios y tiene funciones muy bien definidas; da vida (Genesis1:2), si no fuera Dios no lo haría (Romanos 8:2); Barclay escribe:
“La doctrina de los judíos sobre el Espíritu era muy sencilla pero lo abarcaba
todo. Para ellos el Espíritu tenía dos funciones: revelar la verdad de Dios a
los seres humanos y capacitarlos para reconocer esa verdad” [11]
al escuchar la palabra ruaj “Espíritu” pneuma en griego de inmediato lo conectaban con la creación (Salmo
33:6).[12]
Ahora veamos estos versículos en los que se narran el bautismo de Jesús (Mateo 3:16,17, Lucas 3:22 y al leer Mateo 3:11); resulta claro que se distinguen las tres personas de la Deidad, manifestadas por separado y que están en el mismo nivel de igualdad (Mateo28:19); definitivamente no se trata de la Persona espiritual del Padre o del hijo; es una Persona y se le menciona en relación con otras personas, Hechos 15:28 “Le ha parecido bien”; hace actos de una persona: conoce, habla, testifica, ayuda, mueve y tiene los atributos de Dios; es la Verdad (Juan 16:3), es Eterno (Hebreos 9:14), Omnipresente (Salmo 139:7); realiza las obras de Dios, expulsa demonios(Mateo 12:28), convence de pecado (Juan 16:8,3:8), da la regeneración (Tito 3:5); además orienta a la iglesia, santifica, puede ser afectado “se entristece”, puede ser resistido, contrariado e intercede (Romanos 8:26) si fuera la fuerza de Dios ¿ante quién intercede, hacía si misma? Hay un texto que algunos comentaristas llaman “el soplo misterioso”, ubicado en Juan 20:22 “Recibid el Espíritu”, el contexto inmediato y general indica que los discípulos no lo recibieron; bajo este razonamiento entendemos que el Espíritu Santo no se había derramado plenamente; en Juan 7:39 cuando se menciona la palabra “ríos de agua” se entiende perfectamente por el contexto, que se trata del Espíritu Santo que habrían de recibir posteriormente en el pentecostés; y por citar un ejemplo en el A.T. el Salmo 51:11 “no retires de mi tu Espíritu Santo”, se entiende que su actividad e influencia existía pero no se había manifestado en plenitud, porque Jesús no había sido glorificado, esto sucedió en la cruz.
Ahora veamos estos versículos en los que se narran el bautismo de Jesús (Mateo 3:16,17, Lucas 3:22 y al leer Mateo 3:11); resulta claro que se distinguen las tres personas de la Deidad, manifestadas por separado y que están en el mismo nivel de igualdad (Mateo28:19); definitivamente no se trata de la Persona espiritual del Padre o del hijo; es una Persona y se le menciona en relación con otras personas, Hechos 15:28 “Le ha parecido bien”; hace actos de una persona: conoce, habla, testifica, ayuda, mueve y tiene los atributos de Dios; es la Verdad (Juan 16:3), es Eterno (Hebreos 9:14), Omnipresente (Salmo 139:7); realiza las obras de Dios, expulsa demonios(Mateo 12:28), convence de pecado (Juan 16:8,3:8), da la regeneración (Tito 3:5); además orienta a la iglesia, santifica, puede ser afectado “se entristece”, puede ser resistido, contrariado e intercede (Romanos 8:26) si fuera la fuerza de Dios ¿ante quién intercede, hacía si misma? Hay un texto que algunos comentaristas llaman “el soplo misterioso”, ubicado en Juan 20:22 “Recibid el Espíritu”, el contexto inmediato y general indica que los discípulos no lo recibieron; bajo este razonamiento entendemos que el Espíritu Santo no se había derramado plenamente; en Juan 7:39 cuando se menciona la palabra “ríos de agua” se entiende perfectamente por el contexto, que se trata del Espíritu Santo que habrían de recibir posteriormente en el pentecostés; y por citar un ejemplo en el A.T. el Salmo 51:11 “no retires de mi tu Espíritu Santo”, se entiende que su actividad e influencia existía pero no se había manifestado en plenitud, porque Jesús no había sido glorificado, esto sucedió en la cruz.
[1] Strong NC,23
[2] por la evidencia de los Rollos
del M. M. parece formarse de la fusión de אִם + לוּ.Moisés
Chávez Diccionario de Hebreo Bíblico
[3] Citado en Adam Clarke, Comentario de la Santa Biblia: Antiguo Testamento(CSB)(Kansas City: Casa Nazarea de Publicaciones,1974) 3:102
[5] William Barclay, Introducción a la Biblia (IB)(México, D.F. : Casa Unida de
Publicaciones,1987),37-38
[7] Diccionario de Hebreo Bíblico
[12] William
Barclay Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio de Mateo (Barcelona: Editorial Clie,1995),43
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