viernes, 20 de noviembre de 2015

¿QUIEN ES EL CULPABLE?



Por: Raúl Mondragón


Durante los últimos días del ministerio terrenal de Jesús sus seguidores le preguntaron por señales del fin de los tiempos y de su prometido regreso. Entre otros indicadores, Jesús les dijo:


 “Oiréis de guerras y rumores de guerras, mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca, pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:6-8).


DE HECHO ESTA ES LA LEY Y LOS PROFETAS





Por: Raúl Mondragón

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente?  (Mateo 7:7-10 RVA 60)



Este texto tomado de forma aislada y literal, parece indicar que todo lo que el “creyente” o ciudadano del reino necesitan pueden recibirlo con sólo pedirlo. Incluso ha sido muchas veces usado como texto prueba de que uno puede pedirle a Dios “cualquier cosa”. ¿Pero qué es lo que realmente indica este pasaje?

MUJER, ERES LIBRE.


Por: Raúl Mondragón


Como estudiantes de la Palabra de Dios, pareciera que en ocasiones olvidamos que en los tiempos Bíblicos, la mujer estaba excluida y se consideraba prácticamente "posesión del hombre." El desprecio de los hombres de aquellos días por sus mujeres era algo que hoy resulta aberrante y difícil de comprender, por ejemplo: