viernes, 20 de noviembre de 2015

MUJER, ERES LIBRE.


Por: Raúl Mondragón


Como estudiantes de la Palabra de Dios, pareciera que en ocasiones olvidamos que en los tiempos Bíblicos, la mujer estaba excluida y se consideraba prácticamente "posesión del hombre." El desprecio de los hombres de aquellos días por sus mujeres era algo que hoy resulta aberrante y difícil de comprender, por ejemplo:


En la casa, la mujer no era contada en el número de personas invitadas a pronunciar la bendición tras la comida y tampoco tenía el derecho a prestar testimonio en un juicio. Sencillamente, era considerada mentirosa por naturaleza. Cuando salían a la calle siempre debían llevar el rostro cubierto de hecho las más conservadoras lo hacían también en casa. Era muy significativo que el nacimiento de un varón era motivo de alegría, y el de una niña se veía acompañado de la indiferencia, e incluso de la tristeza. Los escritos rabínicos llegaban a proclamar: “¡Desdichado de aquel cuyos hijos son niñas!”.


Por supuesto, desde el punto de vista religioso, la mujer israelita tampoco estaba equiparada con el hombre. Se veía sometida a todas las prescripciones de la Torá y al rigor de las leyes civiles y penales, incluidas la pena de muerte, no teniendo acceso, en cambio, a ningún tipo de enseñanza religiosa.(1)


Pero por otro lado, específicamente el evangelio de Lucas se espacia en mostrar el ministerio de Jesús hacia las mujeres y en el relato de (Lucas 13:10-17 encontramos algo muy revelador:

“Un sábado Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas”. Lucas 13:10 (2)

De acuerdo al registro de los evangelios muchas de las enseñanzas y milagros de Jesús los hacía en las sinagogas el día sábado. La sinagoga ha sido, durante siglos, la asamblea de los creyentes, el hogar, punto de encuentro, centro de reunión y de oración del pueblo judío (3). En ella se celebraban servicios cada sábado, en los cuales se leían y explicaban la ley y los profetas, lo cual constituía el centro de atención. La sinagoga con frecuencia también servía durante la semana como un tribunal local (Marcos 13: 9), y generalmente como una escuela. En resumen, la sinagoga era un lugar para recibir instrucciones en las Escrituras y para orar, según la tradición rabínica, "para satisfacer todas las necesidades de la comunidad"; luego entonces era un excelente lugar para provocar el diálogo con los líderes religiosos, quienes ante el pueblo guardaban celosamente las reglas y tradiciones.


Existían dos partes, sabbateion y andron, la última, destinada a las lecciones de los escribas, y sólo era accesible a los hombres. Las mujeres podían entrar solo en la primera parte; separado por barreras y un enrejado. Más tarde se llegó incluso a construir para ellas una tribuna con una entrada particular. En el servicio litúrgico, las mujeres se limitaban únicamente a escuchar. No podían hacer la lectura porque era rarísimo que supieran leer y mucho menos se esperaba de ellas que pudieran hacer una enseñanza pública. Una sentencia del Rabí Eliezer, por ejemplo, decía que “quien enseña la Torá a su hija, le enseña el libertinaje”, y otra decía: “Vale más quemar la Torá que transmitirla a las mujeres”. (4)

Teniendo en cuenta todos estos precedentes se valorará más en su justa medida el hecho que representaba el que Jesús rompiera con este “orden establecido”, en favor de una mujer.


Ella (no se da su nombre) no esperaba de los líderes religiosos un acto a su favor, ya habían pasado dieciocho años, durante los cuales ella con la espina doblada asistió fielmente a los servicios a la sinagoga. Por su formación, no le pidió nada al propio Maestro, estaba ahí quizás resignada, en silencio, en el lugar que la sociedad machista la había confinado. Pero ese día fue diferente, Jesús llego a aquella sinagoga donde debería haber reinado la igualdad a sanar y devolver el orden.


Jesús realizo todo lo que según los ojos legalistas no debía hacer, la vio, la llamo y aparentemente la hizo venir hasta el sitio que no era reservado para las mujeres, solo para tocarla y decirle: “Mujer, quedas libre de tu enfermedad..” (11,12). ¡Que escándalo ! De por si en aquellos días un hombre y una mujer no podían hablar a solas, tan solo imaginemos el cuadro. Tampoco era necesario tocarla, para exorcizarla bastaba una orden y los demonios salían, pero lo que Jesús hizo, fue un acto para confirmar y fortalecer la fe de esta mujer, excluida por los varones religiosos de su época.
El texto continua diciendo: “y ella se enderezó y glorificaba a Dios” (13:13); por dieciocho años sus ojos miraron al suelo, su autoestima estaba en lo más bajo, su aflicción pesaba mucho, pero “se enderezó”, ésta palabra del griego: ἀνωρθώθη, [anorthoo] traduce también: Reconstruir, restaurar, restablecer, enderezar.(5) Jesús la restauro a su posición original, no solo anatómica, sino social y religiosa.

Pero siempre existirán algunos indignados legalistas, como el jefe de la sinagoga que intervino diciendo y dirigiéndose a la gente (como en busca de respaldo): "Hay seis días en que se puede trabajar, así que vengan esos días para ser sanados, y no el sábado." (13:14 NVI). Hay quienes fundan sus criterios y actuar conforme a las tradiciones , más que en los valores que enseña Biblia, la realidad es que por dieciocho años nunca le ayudaron, con la triste excusa de seguir la Torá (seguían el reglamento, no el mandamiento [Éxodo 20:8]).

Por ello Jesús puso en evidencia a este hombre y a todos los que piensan como él y los llama: Hipócritas. Jesús demostró la falsedad del sistema legalista rabínico que no mostraba compasión por el pueblo. Se debe tener cuidado siempre con la excesiva reglamentación , con demasiada frecuencia llega a ser más importante que la persona misma. La gente es la prioridad para Dios y así lo demostró con su sacrificio vicario. Por lo general, nuestras reglas dicen más acerca de nosotros mismos que de Dios, muestran a quien verdaderamente servimos y seguimos. Este "único líder de la sinagoga" habla a favor de muchos de los presentes… y todos quedaron humillados.


Conclusión:
Es muy importante entender el trato de Jesús hacia la mujer, es revelador que se rodeara igualmente de mujeres y hombres, que conversara libremente con ellas y que las tratase por igual, sin discriminación, algo revolucionario para la sociedad judía de sus días. De hecho en el relato de “Buscando a Jesús”, el maestro, en una acción inédita para la época, llegó a nombrar a un grupo de mujeres como predicadoras, adelantándose incluso a nuestro tiempo. (6) (María Magdelena, la Samaritana,etc). Después de todo el vino a hacer “nuevas todas las cosas.”

Jesús siempre se puso decididamente de parte de los marginados. Y ya hemos visto hasta qué punto la mujer se veía marginada y maltratada en la sinagoga y en general en toda la convivencia social de entonces. En este punto el mensaje de Jesús también es proclamación de igualdad, dignidad, fraternidad y equidad entre toda clase de personas. Su mensaje, evidentemente es también para las mujeres de todas las épocas, son verdaderas “Buenas Noticias”. Para Jesús, la mujer tiene la misma dignidad y categoría que el hombre. Por eso, Él rechaza toda ley, costumbre y practica discriminatorias hacia la mujer, nos invita a formar una comunidad mixta en la que hombres y mujeres vivan y trabajen juntos.(Galatas 3:28)

Del relato también se desprende un principio subyacente: Defiende a la mujer cuando es injustamente censurada, sobre todo cuando esta fundado por una interpretación sesgada de la Palabra de Dios.
Hoy en día en los servicios sinagogales, por ejemplo en el movimiento judío reformista hombres y mujeres comparten el mismo lugar y en muchas congregaciones se ha impuesto el concepto de Sinagoga o Congregación Igualitaria, es decir, que hombres y mujeres comparten los derechos y obligaciones rituales por igual. También se ordenan Rabinas y las mujeres están preparadas para fungir de jazaniot (7), aunque cada congregación se guarda el derecho de aceptar la igualdad o mantenerse en la tradición no igualitaria. (8) No obstante algunas comunidades cristianas siguen relegando el papel de la mujer, excluyéndola de asuntos como la ordenación al ministerio pastoral, no equiparando su llamado y don con el de sus homólogos varones.


"La gente estaba encantada de tantas maravillas que él hacía" (13:17) Esta última línea me llena de regocijo y esperanza ¡Qué contraste! Los líderes religiosos están enojados, pero la gente común (la gente del pueblo, los de a pie, los laicos) glorifica las obras y las palabras de Jesús.
Como cristiano me parece indispensable volver a la Biblia y específicamente revisar y aprender del justo trato de Jesús hacia la mujer, parece que siglos de tradiciones y misoginia nos separa, pero siempre podemos avanzar y ver las maravillas de Dios obradas en mujeres . Hoy día es urgente cumplir la misión de predicar el evangelio y esto no se va logar inventando nuevos métodos si no siguiendo el ejemplo de Cristo, quizás lo dicho por E.M. Bounds, lo resuma mejor:

“Hombres están buscando mejores métodos. Dios está buscando mejores hombres [y mujeres].” (9)

Como adventista del séptimo día veo la inclusión de la mujer en el ministerio como un avance en la justicia y equidad de un pueblo que dice representar a un Dios incluyente que no hace acepción de personas. Espero el día en que podamos decir juntos mujeres y hombres “ Mujer eres libre… para ser lo que Dios espera que seas.





Referencias:
(1) La mujer no estaba obligada a ir en peregrinación a Jerusalén por las fiestas de Pascua, Pentecostés y los Tabernáculos, habitar en las tiendas en la fiesta y agitar los lûlab, hacer sonar el sopar el día de Año Nuevo, leer el libro de Ester (magillah) en la fiesta de los Purim, recitar cada día el semá, etc.
(2)La citas son tomadas de la Biblia Reina Valera 1960 a menos que se indique lo contrario
(3)El término griego: συναγωγη [sunagôgê] "sinagoga" (compuesto de la partícula syn, con, y el verbo ago, actuar) traduce el concepto hebreo de beit ha knesset o "casa de la reunión" e incluye las acepciones de asamblea religiosa y edificio donde ésta se celebra.
(4)Pero esto no se seguía con exactitud, pues en las familias de elevado rango, se daba a las hijas una formación profana, haciéndoles aprender griego.
(5) Diccionario Strong's.
(6 ) Citado en: http://buscandoajesus.wordpress.com/…/situacion-social-de-…/
(7) Jazanim y Jazaniot. En el Movimiento Conservador, tanto hombres como mujeres pueden ser Jazanim (el plural de la palabra Jazan). El femenino de Jazan es Jazanit (y su plural, Jazaniot). Profesionalmente, se forman en el Seminario Rabínico Latinoamericano.
En la Ortodoxia, la formación de los Jazanim está más ligada a las comunidades y yeshivot y restringida sólo a los hombres.
El Jazán es quien reza en voz alta y canta las tefilot, guiando a la congregación, por ello se lo denomina “Baal Tefilá” (“dueño” o “amo” de la tefilá).
A su vez, la función del Jazán no se limita a los servicios regulares de Shabat y de festividades. Es el encargado de cantar en ceremonias de casamientos, bnei mitzvá y en funerales.
(8) La mujer en el judaísmo: Por Dania Helena Fernández-Pellón(Reformista-Liberal, licenciada en Filosofia e Historia, Presidenta de Tarbut Sefarad Alcorcón)(Ponencia Mujer y judaismo de la Universidad Carlos III y presentada en conferencia en ADIM 2011). disponible enwww.felgtb.org/…/18…/d112d6ad.../la-mujer-en-el-judaismo.pdf
Mas Referencias:
“Jerusalén en tiempos de Jesús”, Joaquín Jeremías, Ediciones Cristiandad.
“Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús”, Emil Schürer, Ediciones Cristiandad.

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