lunes, 10 de febrero de 2014

¿QUIERO CAMBIAR PERO NO PUEDO...QUE HAGO?


 Por: Raúl Mondragón.








Esta pregunta resulta ser un clamor legítimo de muchos sinceros cristianos jóvenes y viejos, mujeres y hombres; por que ciertamente nuestra naturaleza tiende a mostrar comportamientos que incluso nosotros mismos desaprobamos. Pablo lo expreso de la siguiente manera:

 "No sé qué está pasando conmigo: lo que quisiera hacer no lo hago y resulto haciendo lo que odio. (Romanos 7:15 PDT).



 Es interesante que el mismo autor propone las pautas para este cambio:

 1. No sean camaleones.

 “No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta”. (Rom 12:2 NVI).

En este texto Pablo usa dos palabras griegas casi intraducibles (según varios comentaristas), que requieren frases para transmitir su sentido. La palabra que usa para amoldarnos al mundo es συσχηματιζεσθε (sysjématízesthai), de la raíz sjéma, (de donde viene la palabra esquema) que quiere decir forma exterior que cambia de año en año y día a día. Es decir que cambia su aspecto exterior, pero sigue siendo el mismo.


En otras palabras dice Pablo: “no sea "camaleones", mimetizándose con el entorno.

La siguiente palabra que usa para: "transformaos" (de una manera distinta a la del mundo) es metamorfústhai, de la raíz morfé, que quiere decir la naturaleza esencial e inalterable de algo. Así, que tenemos que experimentar un cambio, no de aspecto, sino de personalidad.

Una cita extraordinaria lo dice en estos términos: "...Ningún mero cambio externo es suficiente para ponernos en armonía con Dios. Hay muchos que tratan de reformarse corrigiendo este o aquel otro mal hábito, y así esperan llegar a ser cristianos; pero están comenzando por el sitio equivocado. Nuestra primera obra es dentro del corazón.(1)


Hasta este punto entendemos que no es lo "exterior" si no lo interior, el que debe cambiar, y la cita anterior nos da el indicio de donde tiene que originarse ese cambio interior: ¡el corazón!.

 3. ¿El corazón?
Este elemento vital lo menciona Pablo en Romanos 12:2,. "Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento". La palabra que usa para renovación es anakainósis, que esta compuesto dos palabras: neós (nuevo) y kainós. Neós se refiere al tiempo, y kainós al carácter y la naturaleza. Me agrada como se lee en la Traducción en lenguaje actual: “

Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar. Así podrán saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.”


Esta traducción, interpreta y pone en manifestó el cambio integral y esencial del creyente. "Cambien la manera de pensar";es decir que este cambio debe estar firmemente arraigado en nuestras mentes (corazón):


¿Pero acaso podemos cambiar nuestra mente (corazón) por nosotros mismos? Pablo y cualquier cristiano sincero diría que, por nosotros mismos no podemos , tendremos que hacerlo bajo el control del Espíritu Santo (Romanos 7,8) .


Esta es la clave El Espíritu Santo: Cuando en diaria dependencia buscamos la ayuda de Dios encontramos las herramientas para que el Espíritu Santo ejerza control sobre nuestro carácter y acciones. Hagamos pues nuestras las palabras del Salmo 51:10: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; Y renueva un espíritu recto dentro de mí.(RV1909)


 ¿Estas dispuesto a entregarle el control absoluto de tu vida?




1)The Review and Herald, 7 de julio de 1904.  dentro de mí.(RV1909) ¿Estas dispuesto a entregarle el control absoluto de tu vida? 1)The Review and Herald, 7 de julio de 1904.

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