Por: Raúl Mondragón
Una imagen que se propago en forma viral por las redes
sociales, fue la del Pastor Jeremias
Steepek quien se disfrazó de
mendigo y fue a la iglesia de 10 mil miembros donde iba a ser presentado como
pastor principal por la mañana. Entró en el templo e intentó sentarse en la
parte de adelante, pero los diáconos le pidieron que se sentase en la parte de
atrás del templo. Él saludaba a las personas que le devolvían miradas llenas de
asco y de desprecio al mirarlo de la cabeza a los pies.
Y la mayor sorpresa
de todos fue cuando el hombre sin hogar, el mendigo que se sentaba en los
últimos bancos, se colocó en pie y comenzó a caminar por el corredor, agarró el
micrófono. Se contuvo por un momento y cito Mateo 25:34.
Vaya chasco ¿verdad? Y como cualquier comentador habitual diría
simplemente: " es para meditar
nuestra actitud como cristianos".
Lo peculiar del caso es que muchas veces no se requiere ir
"disfrazado" para ser víctima del rechazo u ostracismo, solo basta
pensar diferente, tener un enfoque mas crítico y menos sujeto al misticismo
religioso, dicho en términos llanos, no es válido contradecir lo que por tantos
años se ha repetido y aprendido, aunque se trate de una herejía.
Al parecer siempre existieron y existirán devotos y fieles "cristianos" (más
parecidos a talibanes) que se encargan de andar con la regla para medir el
largo de la falda de las damas o el
cabello de los varones; bueno quizás la regla no, pero que tal las miradas que
lanzan cuando alguien no viste "conforme a la costumbre del sábado" y
no se diga de su lengua, misma que envidiaría cualquier reptil por lo rápida en
su movimiento.
"Pequeños detalles... no te fijes en ellos, mira a
Jesús", diría un apreciado hermano; lo cierto es que a la iglesia vamos
porque deseamos compartir y fortalecer nuestra
experiencia cristiana con personas que comulgan nuestra misma fe, pero este
intento es socavado por las actitudes de muchas personas que al paso del
tiempo, por su fanatismo religioso se han convertido en toxicas, y lo más sano
es alejarse de ellas. Casualmente estas personas son las
"autoridades" religiosas, que consideran como pecaminosos y herejes,
a los que según ellos no están a la altura de las exigencias divinas.
Bajo este cumulo de cosas no es extraño que muchos deserten
de las congregaciones, y nótese, “congregaciones” no son apostatas,
sencillamente se trata de gente lastimada que necesitaba de ese hospital que en
ese momento no pudo atenderlo por falta
de sensibilidad, negligencia y sentido
común, algo común en nuestros días carentes de amor [1]
El retiro de las comunidades religiosas y virtualmente de
las iglesias, no es de la noche a la mañana, es lento y silencioso. No soy sociólogo
pero percibo que todo tiene que ver como
ya se ha dicho, con "la actitud” y el trato o mejor dicho: mal trato, que
prodigamos a nuestros hermanos en la fe.
Es urgente un cambio
de enfoque en aquellos que ocupan un cargo de autoridad eclesiástica,
entendiendo primero que nada que no es un cargo político, que no son más santos
o perfectos que el resto, que se conviertan ejemplos proactivos de esos
discursos que profieren acerca del amor, la tolerancia, el respeto para
que por imitación al resto no nos quede más ir y hacer lo mismo(sinergia).Bueno
suena a utopía esto de hacer círculos virtuosos, pero ya hace más de dos mil
años un hombre de Nazaret cambio la sociedad con esa actitud y visión del
mundo.
[1] Una
persona de 38 años identificada como José Sánchez Carrasco murió el lunes
pasado en las afueras del Hospital
General de Guaymas, en Sonora, tras permanecer cinco días en agonía al no ser
atendido por falta de dinero. Sánchez Carrasco llegó al citado hospital el
miércoles 16 de octubre con malestar y caso severo de deshidratación y aunque
fue recibido inicialmente, al constatar que no tenía servicio médico ni dinero,
le fue negada la atención médica.
Leer Más: http://www.animalpolitico.com/2013/10/dejan-morir-a-jornalero-en-hospital-de-sonora-por-falta-de-dinero/#ixzz2jj5bKWnE
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