lunes, 10 de junio de 2013

“DIOS BENDIGA MIS PLANES.

Por: Raúl Mondragón.






Si somos honestos todo creyente en algún momento a dicho esto. Es mas parece ser una declaración genuina de un cristiano. A final de cuentas nuestro objetivo es que Dios bendiga o sancione nuestros planes para que marchen bien y estén de acuerdo a su voluntad (que no es otra mas que seamos salvos).



No obstante sin el animo de ser purista, esto tiene ciertas implicaciones un tanto egoístas. Para intentar explicarlo haré el siguiente razonamiento:

Cuando ya he meditado y razonado algunos asuntos, comienzo a realizar planes, una vez cimentados o "planeados" (valga la expresión) ahora si pido a Dios que los bendiga... hasta parece lógico..., pero en esta ecuación el orden de los factores si afecta el producto.


La razón es sencilla en la misma declaración se infiere el hecho de que "mis planes" son los importantes y son la prioridad; es decir el papel del ser humano es primero y luego el de Dios.

En este sentido cobran importancia las palabras de Santiago 4:3

"Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites."

Aquí les advierte que no están buscando la voluntad o la sabiduría de Dios, sino su propia voluntad: “Dios bendiga mis planes.” Su motivo está en sus deseos o placeres lo que ellos quieren.

En el contexto Santiago esta elaborando un análisis sobre la lengua y la sabiduría. Ahora se dirige a una comunidad cristiana en disputas, y pinta un cuadro de la iglesia tal como la ve: guerras, pleitos, combates, muerte y envidia (un cuadro familiar de muchas iglesias actuales).

Menciona ademas que el origen de estos conflictos, son por seguir sus propios impulsos, en otros términos cada cual quería su propio camino y su propia ventaja, y consideraba buenos y puros sus planes.


En este versículo el apóstol anticipa que algunos objetarán, diciendo: “Pero pedimos” (v. 2), y él replica: No es bastante que pidáis buenas cosas, sino que debéis pedir con buen espíritu y buenas intenciones. “Pedís mal para consumirlo (el objeto de vuestro pedido) en deleites”; no para que tengáis lo que necesitéis para el servicio de Dios.


Conclusión

Desde mi particular punto de vista la semántica aquí tiene cierta importancia; lo indispensable es pedir como conviene (orar por el Espíritu Santo Lucas 11:9-13) , por los motivos correctos y con las prioridades claras; si no daremos la impresión de que la criatura le indica al Creador que hacer.


La meta de Dios no es dar a los seres humanos lo que reclaman sus impulsos; su meta es que los seres humanos aprendan a amar lo que él ama. No es que Dios no quiere que las personas logren sus planes sino que quiere capacitarlas en lo que él sabe que es realmente bueno. (Jeremías 29:11)

Me parece adecuada esta frase que leí hace tiempo: "Aun las oraciones de los creyentes son mejor contestadas muchas veces, cuando sus deseos resultan defraudados".

Que Dios le guié en su vida y se cumpla el propósito o plan de Dios... que ud. y yo seamos salvos.

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