Por: Raúl Mondragón
"María tomó entonces como medio litro de nardo puro, que era
un perfume muy caro, y lo derramó sobre los pies de Jesús, secándoselos luego
con sus cabellos. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume". (Juan 12:3 NVI)
Hay pasajes o historias en la Biblia, de los cuales podemos suponer que ya se ha dicho todo; pero al reflexionar (haciendo preguntas al texto) surgen mas enseñanzas para la vida personal, principios que emanan de lo archirreconocido.
En este incidente narrado por los cuatro evangelistas, llama
poderosamente la atención que María no demuestra su amor haciendo cosas para el
Señor, sino que su amor se concentra en Jesús mismo.
¿Estoy haciendo cosas para el Señor, y en el afán estaré olvidándome
del Señor mismo?
Algunas lecciones:
1. Algunos viven la vida cristiana, haciendo cosas para el
Señor. Esto puede llevar a sobrevalorar mis acciones antes que Jesús. Marta
estaba haciendo 'cosas' para el Señor pero olvidándose del Señor mismo... el
ejemplo de María es lo contrario...y así lo expresa Jesús (Lucas 10:38-42)
2. María derramó un perfume que era super caro: Cuando amas
a Jesús quieres dar lo mejor aunque te haya costado mucho.
3. María 'ungió'
(traducen algunas versiones más correctamente) lo cual estaba solo reservado a
los hombres 'ordenados' hacer a un Rabbí (huy, osea que actuó como pastora sin
ser ordenada y Jesús no lo impidió)
4. La fragancia, más allá de llamar la
atención en si misma, llamó la atención de quién lo hizo, cómo lo hizo, y cómo
es que se atrevió a hacerlo y para colmo de todo: Jesús no lo impidió...al
contrario, lo registró en la Biblia como lección para todos nosotros...
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