Por: Raúl Mondragón.
El pasado sábado el predicador pidió a la congregación que repitieran sus "promesas favoritas". Obviamente el mismo; para motivar cito un par de versículos, fuera de todo contexto, y acto seguido comenzaron a resonar versículos del famoso "quinto evangelio" como Filipenses 4:13; Mateo 28:20; Jeremías 33:3; 29:11, etc.
En medio de esta lluvia de versículos,medite en cuan poco sabemos de las verdaderas promesas de la Biblia; es decir si tu que tan amablemente lees estas lineas, vas a un buscador y tecleas la palabra "Promesas Bíblicas"; seguramente aparecerán miles, ordenadas por categoría. La pregunta de fondo es ¿realmente son promesas o es solo la imposición de nuestra interpretación al versículo Bíblico? La respuesta, aunque a muchos les pese es la segunda propuesta. Muchos de los textos en los cuales apoyamos un categórico escrito esta, no es mas que un texto fuera de contexto, repetido por la tradición religiosa, hasta convertirlo en una especie de "mantra" (Un mantra se refiere a las sílabas, para invocar a un dios o como apoyo para meditar) o talismán.
Lo lamentable es que muchas veces utilizamos estos u otros versículos para atacar, acusar y denigrar a otros creyentes.
En lugar de pararnos de manera arrogante en un sencillo versículo o texto Bíblico, debemos estudiar de manera humilde, y buscar la dirección del Señor; para comprender lo que el autor quería trasmitir; como diría un apreciado maestro de teología: "Y así no hacer decir a la Biblia lo que no quiere decir".
Personalmente me deleito en una promesa de esperanza en la Palabra de Dios, es conocida como la "bendita esperanza" pronunciada por el mismo Jesús; y se encuentra en Juan 14:1-3 y por su puesto que hay cientos dirigidas a los siervos de Dios. La invitación es a estudiar y estudiar sin prejuicios.
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