Por: Raúl Mondragón
"La gente elige el camino que le da la mayor recompensa por el menor esfuerzo, es una ley natural..."
Igual que muchos jóvenes de clase media-baja (si existe tal cosa), comencé
mi vida laboral en mi adolescencia. Por lo
tanto a estas alturas de la vida ya he tenido por lo menos una media docena de empleos; en algunas ocasiones como empleado otras como empleador. Evidentemente a leer hace una noche la frase
de Daphne du Maurier [1]:
“A
veces sucede así en la vida: cuando son los caballos los que han trabajado, es
el cochero el que recibe la propina”. Al inicio recordé que es una realidad en
el mundo laboral el empleado realiza las actividades, aporta ideas y se
desgasta para lograr los objetivos y otro el que solo va sentado, recibe todo
el crédito, que injusto.
Especialmente recuerdo
un trabajo que tuve, al que casi
cualquiera, y repito “casi cualquiera” le gustaría. Se trataba de una actividad
sencilla de captura de datos- en realidad no había mucho que capturar- y la
revisión de reportes financieros. El hecho es que la supervisión de mi trabajo
era prácticamente nula, me encontraba en una especie de limbo. La empresa que
me contrato pagaba puntualmente el sueldo y enviaban casi cronométricamente los
insumos para la oficina, pero nadie de los cuatro que laborábamos ahí éramos
supervisados.
Debo sincerarme y esto
al principio fue genial, pero al paso de los días, un sentimiento de culpa me
embargo; pensaba para mí mismo- me están pagando, y no hago casi nada. Aquí hay
algo que está mal…hay “gato encerrado”-. Lo cierto es que esta sensación me
incomodaba cada día durante los casi seis meses que estuve ahí; porque eso de que te paguen de gratis no está bien;
bueno al menos eso sigo creyendo, repito después de haber tenido varios empleos
donde no te dejaban ni respirar a gusto el día de descanso, esto era extraño y confuso, algo así como entrar a la dimensión
desconocida.
Paulatinamente, fueron
despidiendo a mis compañeros, me quede solo y transcurrieron dos meses así hasta
que recibí una llamada, seguida de un correo electrónico diciendo: “Ya no se
presente mañana a laborar, el proyecto termino, muchas gracias. Atentamente la Dirección ” ¿Proyecto… que proyecto, había sido un conejillo de indias? La
verdad es que si era un proyecto, pero no tenía que ver nada conmigo.
Pastor o Empleado
Al paso de los años
lamentablemente como cristiano veo repetida
la misma historia laboral que viví, “en algunos” que son contratados como pastores
adventistas. Y es que en nuestra denominación brillan por su ausencia, en ocasiones me he preguntado ¿y que hacen?
Porque francamente no lo sé, aunque curso una licenciatura en teología, en un
programa especial para trabajadores. Existen varias hipótesis y claro esta
muchas excepciones, pero la mayoría está en un trabajo que si bien dicen ellos
hay presión, es muy cómodo para la mayoría.
Por ejemplo entiendo
que el sistema de pago está muy bien planeado y equitativo, a diferencia de las
congregaciones evangélicas, donde hay un pastor por iglesia; y gana en relación
al número de feligreses. [2]
Puede parecer hasta
inocente o carente de información pero honestamente he visto algunas ventajas cuando menos superficiales en este último
sistema (evangélico), salvo sus excepciones:
1. Se asegura que cada día de reunión habrá un muy buen mensaje. Esto porque se trata de alguien (el pastor) que lo debe preparar y que lo comparte “profesionalmente” o cuando menos se esfuerza por animar y motivar a los asistentes. Puede ser tan teológico, como su capacidad lo permita. A diferencia de nuestras reuniones en donde es típico que los hermanos predicadores (si es que llegan a tiempo) muchas veces terminan leyendo una revista adventista, o repitiendo algún sermón que vieron en internet. Por desgracia esto incluye a los propios ministros.
1. Se asegura que cada día de reunión habrá un muy buen mensaje. Esto porque se trata de alguien (el pastor) que lo debe preparar y que lo comparte “profesionalmente” o cuando menos se esfuerza por animar y motivar a los asistentes. Puede ser tan teológico, como su capacidad lo permita. A diferencia de nuestras reuniones en donde es típico que los hermanos predicadores (si es que llegan a tiempo) muchas veces terminan leyendo una revista adventista, o repitiendo algún sermón que vieron en internet. Por desgracia esto incluye a los propios ministros.
2. Verdaderamente se involucra con los asistentes. Y conoce de nombre a la mayoría, sino es que a todos los feligreses. Recuerdo que han pasado meses para que un pastor me llame por mi apellido, ni siquiera por mi nombre. Y es que son tan itinerantes y ausentes.
3. Es realmente el guía, su función está claramente definida y se acercan a él con respeto, como a su pastor. En más de una ocasión al interior de muchas comunidades adventistas, solo un grupo de laicos comprometidos son los que movilizan a la congregación, y el crédito con ese horrendo sistema de los “blancos” se lo lleva el pastor de distrito, que irónico, pero como dice la frase de Daphne du Maurier: "A veces sucede así en la vida: cuando son los caballos los que han trabajado, es el cochero el que recibe la propina".
5. El mismo pastor se contextualiza, no solo en su forma de hablar y vestir, con ello llama a la empatía y de esta manera creo evita el exclusivismo. Obvio en ocasiones caen en expresiones como “nosotros” y los de afuera. Pero en general su actitud es más afable y alegre. Lejos de nuestra mentalidad triunfalista y de getto adventista del séptimo día. Y que decir de nuestros cultos casi funerarios.
Conclusión:
Como se suele decir
debemos imitar lo bueno. En este particular hay mucho bueno. Hay obstáculos muy
claros como el hecho de que por cada 25 congregaciones hay un solo ministro y paradójicamente
en las universidades se gradúan una
veintena de Licenciados en teología por año. Los mismos que traen el empuje de
la juventud, son idealistas y emprendedores, casi estoy seguro que la mayoría de
ellos no piensa en la remuneración sino en el servicio. Pero como en todo “hay
cosas que no se pueden explicar”, escapan a la lógica; como el asunto del
trabajo seguro solo para algunos “hijos de obreros” para variar. Lo que me
queda claro es que este asunto esta tan politizado , que los métodos dictatoriales como el compadrazgo y el
dedazo prevalecen ocasionando a todas luces un sistema corrupto.
Sé por experiencia
propia que el pastor de un distrito, tiene mucho trabajo… ¿pero cuánto hace y
quien lo evalúa? O ¿Cuándo lo realiza? Honestamente no lo percibo.
Si estuviéramos en un
sistema de que cada uno vivieran de sus
propias congregaciones estoy seguro se esforzarían, por mantenerlas y hacerlas
crecer. Evidentemente no se trata de su solo trabajo, ya que el evangelismo
involucra a cada creyente. Es cuando encuentro muy adecuada la frase del inicio he aquí completa:
“La gente elige el camino que le da la mayor
recompensa por el menor esfuerzo, es una ley natural y tú la desafiaste. (Greg
House personaje principal de la serie de Universal " Dr.House" )
Y la dedico para todos aquellos que son cristianos
libres pensantes, que buscan el cambio a través del dialogo, el análisis y los
propuestas, los que no temen al que dirán,
los que no son políticamente correctos y a los verdaderos pastores adventistas (porque si los
hay, aunque pocos) que no se venden por un plato de lentejas. (3) Porque ciertamente muchos "pastores" venden su integridad y compromiso en la causa del evangelio.
Referencias
[1] Nieta
del escritor y dibujante George du Maurier, fue una escritora británica, nació
el13 de mayo de 1907 – murió 19 de abril de 1989), famosa por novelas como Rebeca, publicada en
1938, y Mi Prima Raquel, ambas llevadas al cine. Las películas Jamaica Inn y
Los Pájaros de Alfred Hitchcock también se basaron en relatos suyos. Además de
sus obras más conocidas, por haber sido llevadas al cine, escribió muchos
relatos en los que refleja mujeres traumatizadas o perversas, cuya
insatisfacción no calma con la misma muerte. Es el caso de los relatos "El
manzano", "El joven fotógrafo" o "Bésame otra vez,
forastero" (El Nadir, 2005, Valencia). Historias de crueldad, discreta
misoginia, ambientes cargados de energías negativas, que se adelantan a los que
luego trazó Patricia Highsmith. Fuente http://www.alohacriticon.com/viajeliterario/article993.html.
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