Por: Raúl Mondragón
Un Sábado en el hospital. Supuse que ese día no me gozaría en escuchar la palabra del Señor y la camaradería cristiana. ¡Oh sorpresa!, estaba en un grave error; hermanos cristianos evangélicos, llevaron no solo la Palabra sino alimento para los familiares de los pacientes.
Un drama interpretado por jóvenes, una alabanza con guitarra, panderos y algunos saltos, un mensaje de salvación y unos tamales en hoja de plátano acompañado de agua de uva, fueron los medios usados para compartir.
En esos instantes mire alrededor y aun en medio de las circunstancias, de pronto dejo de ser un hospital, donde las personas están absortas en sus propios dilemas de salud y abrumados por las condiciones precarias de nuestro sistema medico (En México) ; las miradas estaban atentas a lo que sucedía, los rostros fueron iluminados por sonrisas y de vez en vez asentían con la cabeza lo que decía al predicador. Al fondo había unas religiosas ataviadas con sus característicos hábitos, incluso ellas observaban con agrado aquella demostración de como llamarlo... humanismo, caridad, comprensión...no, solo una palabra se me ocurre aquí: ¡amor desinteresado!
.
En mi cabeza retumban las palabras de Mateo 25:45
"Él les responderá: "Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí." (RVR60)
Me pregunto ¿ en dónde quedo la sensibilidad ante la necesidad y el sufrimiento humano? ¿Cuándo dejamos de ver a Jesús en el sufriente?
Con todo respeto eso es EVANGELISMO practico,salir de la comodidad de las cuatro paredes y de la presunción de que con ello hacemos la voluntad de Dios. Tristemente ni un solo adventista fue visto por aquellos lares...¿pero como? ¡Ni pensarlo, a esa hora estarían en la Sociedad de Jóvenes, alabando al Señor! y despidiendo el santo sábado...
Para mi al igual que los adventistas que me acompañaban (mi familia) eso si fue un sábado con Cristo, asistiendo al necesitado y no solo "guardarlo" por legalismo. Obviamente es bueno hacer esto sin dejar de hacer lo otro.
Reflexiones Finales
Debo ser honesto, admiro el sentido de misión de los Testigos de Jehová, y eso no me convierte en pro-Testigo; admiro la osadía de los pentecostales de predicar en las calles, eso no me hace pro-pentecostal; admiro el empuje de la iglesia de Dios Universal con su mensaje "pare de sufrir" que está en todos lados, y eso no me hace pro-iglesia de Dios; admiro la devoción de los católicos, eso no me hace pro-católico; admiro el trabajo social que hace la iglesia metodista, eso no me convierte en pro-metodista; admiro el respeto a la libertad de los bautistas, eso no me hace pro-bautista; y así puedo seguir.1
No obstante cuando se plantea la pregunta intrínseca ¿qué están haciendo los adventistas? Tengo que admitir, es más estoy seguro que hay muchos, en ese momento, que individualmente están haciendo cosas productivas y solidarias por los demás, pero no todo se muestra, no todo se cuenta, y doy fe de esto ya que muchos avanzan de "las comisiones" (En mi país [México] es
sinónimo de hacer como que haces y no haces nada) y Asociaciones encargadas para la labor social (ADRA, entre otras) y experimentan que es
ayudar a nuestros semejantes en vivo y a todo color. Dios trabaja de muchas maneras, y utiliza a todos sus hijos, sean adventistas o sean de otras denominaciones.
Por el buen momento que pasamos en ese hospital, debemos estar felices, sabiendo que Dios utiliza a todos los que así lo deseamos, según el amor y la fe que opera en nosotros. Ese día fueron nuestros hermanos evangélicos? otro día seremos nosotros ¡Amén!
Enfatizo que el animo de la presente no es criticar y descalificar a la iglesia adventista; de la cual soy miembro, en todo caso pudiera ser una llamada a mantener el equilibrio en la misión encomendada a cada creyente. Después de todo solo Dios para conocer los corazón y las intenciones.
Conclusión.
Todo lo acontecido es sumamente importante comprenderlo a cabalidad; y recordar que dar nuestro particular punto de vista no es errado, ya que nuestra libertad de elección nos permite hacerlo. Podemos y debemos expresar lo que sentimos, solo así podemos encontrar vías de comunicación para fomentar el dialogo. Obviamente así como reflexionar es bueno, también vivir lo que predicamos lo es. Podemos ocupar mucho tiempo conversando, escribiendo con las manos cruzadas, solo mirando como otros hacen su parte, pero también podríamos trabajar en la causa del Señor de diferentes maneras con la convicción de saber que estamos cumpliendo nuestra parte responsablemente, la encomienda de Jesús aquí es: "Ve y haz tú lo mismo" (Lucas 25:37 b).
Cada uno escoge como sentirse mejor con su conciencia, algunos lo hacen hablando a veces mucho y otros trabajan en silencio.
Por mi parte intentare hacer lo que me corresponde. Y esperando a Jesús volver, para vivir para siempre con El.
Referencias
[1] Reflexiones emitidas en un dialogo abierto por el Dr. Miguel Angel Nuñez (El Dr. Miguel Ángel Núñez es chileno, pastor adventista, Doctor en Teología Sistemática, Licenciado en Filosofía y Educación, y Orientador Familiar. Conferenciante internacional y escritor de más de 50 libros.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario