Por: Raúl Mondragón
Sin embargo, no es exclusivo del género, raza o posición social y se presenta prácticamente en todo tipo de culturas y sociedades, y si, lamentablemente aún los presuntos cristianos. Parece que en ocasiones resulta para algunos, muy seductivo propagarlos. Lamentablemente todos nosotros, en algún momento , nos hemos visto involucrados en un chisme o rumor ya sea escuchándolos, siendo los protagonistas o incluso lo hemos propagado (espero que esto último no).
Causas.
Es bien sabido que el chisme es una plática informal entre personas, de alguien ausente o de un grupo y generalmente es producto del individuo no del grupo.[2] Inexcusablemente, el móvil siempre es, conocer lo que está ocurriendo en la vida de otros; por la tanto el nivel de temas sobre los que se puede chismear es ‘virtualmente infinito’, pero evidentemente se habla ‘personas’, nadie chismea del clima, autos o mascotas; sino del que da el clima, del dueño del auto o mascota. De una manera muy torcida y osada, este ejercicio “hace famosos” a los involucrados, porque son sacados, literalmente del anonimato. [3] Aunque la correcta apreciación, es que su derecho a la privacidad es violada.
Por otro lado, el que hace circular un chisme, puede estar buscando atraer la atención de los demás sobre lo 'bien enterado' que está de las cosas, para así deleitar a sus interlocutores y con ello lograr la integración al grupo, cuando menos momentáneamente, Según Freud:
“Hay que advertir entonces que el chisme funciona en forma semejante a otros sistemas de representación simbólica como la religión, pues se da una especie de narcisismo de pequeñas diferencias, porque con las personas simpatizantes en un momento dado se crean lazos de afectividad estables, pero con aquellas que no pertenecen al círculo de simpatía (contra los que se rumora), se genera un ambiente de hostilidad y agresión muchas veces suscitado por el rumor”.[4]
En ocasiones, incluso una persona puede considerar “conveniente” llenar un silencio embarazoso, repitiendo un chisme, tan solo para aliviar la presión de un silencio. No cabe duda ausando las palabras de Mark Twain que: “El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir”.
Otras veces que lo que se proyecta en los chismes son culpas propias, que se alivian porque se convierten en ajenas, poniendo así a los protagonistas en el foco de atención. Desde una verdadera perspectiva la actitud del ‘chismoso’ al hablar bien o mal de los demás, es totalmente egoísta ya que ve en las personas la capacidad para avanzar en el cumplimiento de sus propios intereses, En este sentido, el chisme funciona como un mecanismo de manipulación. Por desdicha, he observado que esto se practica aun entre presuntos cristianos.
Ahora bien para que un rumor pueda circular se deben dar al menos dos condiciones: 1) El asunto deberá revestir cierta importancia. 2) Los hechos reales han de estar revestidos de cierta ambigüedad inducida por ausencia o parquedad de noticias.(verdades a medias) [5]
Entre las condiciones que impiden la circulación del rumor encontramos las siguientes:1) Cuando se establecen graves penalidades por hacer circular rumores, como ocurre por ejemplo en los estados totalitarios. 2) Cuando la población es heterogénea, en cuyo caso el rumor se detiene en las fronteras sociales que dividen un tipo de mentalidad de otra. 3) Cuando las personas no advierten que están haciendo circular rumores. Allport refiere un caso en donde:
“Algunos estudiantes de psicología, al darse cuenta que estaban en presencia de un rumor, preocupados por no incurrir en un modo de proceder no científico, no se han hecho cómplices de su circulación. El estudio científico de los rumores y su difusión ayuda, a formar personas prevenidas contra tales actitudes. La importancia del tema está relacionada con la motivación que tienen las personas para hacerlo circular, quienes lo hacen proyectando sobre la percepción y la interpretación de la información sus propios intereses y emociones”. [6]
La pregunta es ¿Por qué chismea la gente? Esta pregunta ha ocupado a los y las estudiosas del chisme desde que éste fue concebido como tema de investigación. Cabe destacar que uno de los factores mas
latentes en la proliferación de chismnes es una persona que se siente aislada socialmente, ya que esta
sensaciónya que esta sensación de aislamiento le conduce a una mayor dependencia de la aprobación por
parte de los demás, lo que redunda en mayor susceptibilidad a la influencia.[7]
De acuerdo con Pablo Cazau “No se comprende cabalmente el fenómeno del rumor, sin un análisis de lo que ocurre dentro de la mente de los individuos que lo hacen circular”.Para explicar esto revisemos el trabajo 'test pictórico' de Binet y Stern en general encontró que las distorsiones ocurren a tres niveles: Cuando se percibe el acontecimiento, cuando se lo evoca o recuerda, y cuando finalmente se lo narra. En la fidelidad testimonial parece influir también la inteligencia, los hábitos de expresión oral, y la edad, los testimonios de los niños son menos fiables porque están más expuestos a la sugestión; Por su parte otro investigador llamado Bartlett ha mostrado el carácter creador y constructor de la memoria; cuando las personas debían recordar relatos, tenían grandes lagunas y tendían a reinterpretar el relato escuchado según su cultura y su historia personal desfigurando el mensaje original, él explica este fenómeno a partir de la idea de ‘afán de explicación’.[8] De ahí el peligro ya que en la comunicación no hay nada fijo basta recordar el conocido ejercicio ‘del teléfono descompuesto’. Donde el mensaje final es muy diferente al original. El hecho es que todo chisme produce efectos devastadores en la experiencia individual y grupal.
Comunicación franca y fuerza moral.
Hasta este punto el chisme se percibe como un fenómeno que, aunque potencialmente peligroso, parece inevitable y se encuentra profundamente arraigado en las formas cotidianas de comunicación. Es innegable que la comunicación siempre estará sometida a interpretaciones; pero esto no justifica el hecho de transmitir y prolifera un rumor o un chisme mucho menos convertir la comunicación en un medio destructivo. Debido a esto es indispensable en primer lugar: Aprender a comunicarnos de una manera efectiva; es decir nuestra comunicación debe cimentarse en la franqueza de las palabras. Resulta urgente crear una cultura de la verdad, de otra forma se seguirán creando circunstancias de malos entendidos que dificulten la buena convivencia de las personas. La pregunta es ¿Cómo lo realizaremos? Es decir, ¿cómo ser honestos, transparentes, y no tener que andar dando esclarecimiento de algo que dijeron respecto a otras personas?
Para responder de manera concreta, notemos lo que el escritor Jaime E. Giles menciona acerca del apóstol a los gentiles: “Pablo en muchos textos condena a los que hablan de una manera escondida y también a los que hablan abiertamente en contra de otros”.[9] Por ello leemos en Gálatas.2:11-14 que hablo cara a cara con Pedro. Incluso está hablando en contra de los males sociales más grandes de este o cualquier otro tiempo: la tendencia de los hombres y las mujeres a encontrar delicia en destruir el carácter de otros por medio de las cosas falsas que dicen de ellos. Pablo no hablo a espalda de Pedro lo hizo de frente para no dar oportunidad al diablo y caer en el pecado de la murmuración y el chisme.
Es muy claro que el chisme, sobresale como un fenómeno social, cuyo sentido se encuentra en el significado que esta acción tiene para los miembros de un grupo. En términos más sencillos depende de la importancia que las personas den a los mismos, por lo tanto los comportamientos morales juegan un papel importante; por ejemplo, las conductas deshonradas como la delincuencia, las abiertamente excluidas de la norma como la violación de menores son susceptibles de ser objeto de chismes; no recubren interés para el chisme porque su significación moral, está fuera de toda discusión y por tanto, de todo chisme. Sólo aquéllos cuya legalidad está próxima pueden ser dichos y proliferados. [10] Bajo este razonamiento en segundo lugar la prevención radica en: Un cambio de actitud o cambio de voluntad. En este contexto es muy revelador un experimento de Kelly y Volkart en el que demostraron que mientras más identificado con un grupo se encuentra el receptor de la comunicación, menos susceptible resulta la influencias de una comunicación contraria a las normas del grupo. Dicho en términos llanos para que el chisme no afecten a una persona o grupo este debe tener un fuerte sentido de pertenencia y empatía al grupo, llámese familia o institución; desde luego esto aplica al mismo emisor (chismoso).
La percepción moral del chisme como "mentira", y ataque a los principios es fundamental, de ahí la frase anónima que sirve como un referente obligado y funciona como un virtual blindaje moral: “Si no tienes nada bueno que decir de alguien, mejor no digas nada”; yo agregaría y si alguien comienza a hacerlo, aléjate de ahí. Pero ¿cómo lograr este cambio de actitud o voluntad? La respuesta podemos encontrada en esta frase de la autora cristiana Elena G. White:
“Lo que necesitáis comprender es la verdadera fuerza de la voluntad. Este es el poder que gobierna en la naturaleza del hombre: el poder de decidir o de elegir. Todas las cosas dependen de la correcta acción de la voluntad. Dios ha dado a los hombres el poder de elegir; depende de ellos el ejercerlo. No podéis cambiar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero podéis elegir servirle. Podéis darle vuestra voluntad, para que él obre en vosotros, tanto el querer como el hacer, según su voluntad. De ese modo vuestra naturaleza entera estará bajo el dominio del Espíritu de Cristo, vuestros afectos se concentrarán en él y vuestros pensamientos se pondrán en armonía con él.[11]
Lo anterior supone, planteado en un silogismo lo siguiente: Si Dios es amor, y el ama a la humanidad, luego entonces si elijo someterme a Él amare a los todos los seres humanos”.El componente básico aquí es la correcta acción de la voluntad e indica claramente que se debe elegir, someterte cada decisión a Dios y no dar rienda suelta a nuestras motivaciones e intereses personales, Dios desea que sus hijos vivan en armonía, al ponernos en esta dimensión notaremos por causa a efecto, que el respetar la honra y la reputación de otras personas, lograremos empatía y fuertes lazos interpersonales.
Domar la lengua
La palabra es un don maravillo con el cual nosotros podemos comunicarnos con los demás, expresar palabras de amor, cariño, etc., pero también lamentablemente sirve para herir. Por ser cristiano, mi referente obligado es el interior de la IASD, donde encuentro contradictorio que aún dentro de las juntas más “legalista”, es te asunto pase casi por inofensivo. En la práctica, es común que el hermano que roba o adultera, recibirá una reprensión por parte de la denominación, pero el que hace publica esta “información” ( el chismoso), no le sucede absolutamente nada. Se toma una actitud de: No están grave.
Así que se corren chismes y rumores, casi en cualquier reunión, ya sea tras bastidores en la hora del culto o en esas famosas reuniones llamadas “convivencia”. Es casi inevitable, que el tono de las conversaciones, comience a tornarse en “informaciones” varias; es decir chismes, sobre algún miembro no alineado, y tal como es de suponerse, se toma una postura casi gregaria sobre aquel que no es parte de ese momento. En esos momentos se olvidan la “cristiandad” y los principios Bíblicos, aun del noveno mandamiento (Éxodo 20:16), pero paradójicamente aquellos infames propagadores, se declaran “guardadores todos los mandamientos… aun el cuarto” (que absurdo). La palabra de Dios es muy clara, nos prohíbe chismear. Pero lamentablemente eso se da en muchos cristianos por envidia rivalidad y no se dan cuenta que pecan contra Dios y hacen daño a la obra del Señor.[12] El Dr. Núñez dice al respecto:
“El apóstol Santiago es mucho más drástico: Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. Y si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la ley, sino su juez (Santiago 4.11). En este versículo Santiago da un giro interesante al ‘hablar mal de los hermanos’ al señalar que quien lo hace ‘habla mal de la ley’ y se pone como juez de la misma. En otras palabras, no es esa nuestra función, en ningún caso".[13]
En otro capítulo el tercero de su carta, Santiago señala:
"Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal". ( Santiago3:7-8) [14]
En sitesis: El hombre es capaz de dominar toda clase de fiera; pero nadie ha podido dominar la lengua.
Conclusión.
Es ineludible que este resulta altamente destructivo en la mayoría de las ocasiones, y no se puede negar que llega a provocar grandes conflictos, ya que generalmente como sabemos se realiza en la ausencia de las personas o incluso lo que es común para llenar un vacío y por simple la aceptación social por ende se torna de carácter ilícito y malicioso.
En su verdadera dimensión y si somos honestos, esta actividad un resultante de una ‘necesidad’ fundada en el egoísmo. El chisme pone velos y contiendas en la comunicación. Es sumamente importante destacar que es deshonesto hablar de los ausentes y creo que esta práctica social debe evitarse, ya que los usos de la ‘lengua’ de manera negativa hacen daño a otras personas, y violan el principio del amor fraternal del uno hacia el otro.[15]
Es necesario retomar la senda del dominio propio y ejercer una comunicación franca, sin vueltas, para lograr relaciones interpersonales mas efectivas.
Para el cristiano es fundamental ser dirigido por el Espíritu Santo y evitar hablar por hablar.
Referencias y BibliografÍa
[1] Juan Corominas, Diccionario crítico etimológico de la lengua castellana.
Volumen
II. (Madrid. Editorial Gredos 1974), 67. En la propia etimología grecolatina el término se relaciona con Schisma, cuya significado está asociado con cisma o división, es muy interesante notar que en castellano viene de chinche o cosa despreciableI48
[2] Roberto Castro, Estudios
sobre cultura, género y violencia contra mujeres. (Cuernavaca, México. Editorial: Universidad Autónoma de México,
2008),140.
[3]
Nevis Balanta. La seducción del chisme.
http://tecnura.udistrital.edu.co/downloads/revista10/pdf/recreaciones/la_seduccion.pdf
http://tecnura.udistrital.edu.co/downloads/revista10/pdf/recreaciones/la_seduccion.pdf
[4] Freud citado en: La seducción del Chisme Recreaciones
1er. Semestre 2002 http://tecnura.udistrital.edu.co/downloads/revista10/pdf/recreaciones/la_seduccion.pdf
[5] http://alpasarlashoras.blogspot.com/2010/07/psicologia-del-rumor.html
[6] Citado en: www.
http://diccionario.inep.org/R/RUMOR.doc.
[7] Arnoldo Rodríguez. Psicología Social. (México, D.F. Editorial: Trillas 1976),125
[8] Citados en http://diccionario.inep.org/R/RUMOR.doc.
[9] Jaime E. Giles. Bases
Bíblicas de la Ética. (Buenos aires,
Argentina: Editorial Casa Bautista de
Publicaciones,1979), 100-101.
[10] El sentido del chisme en una comunidad de pobres urbanos, Ciencia,
Docencia y Tecnología Nº 39, Año
XX, noviembre de 2009.49-83
[11] Elena G. de White, El camino a Cristo. (Montain View, California: Publicaciones
Interamericanas, 1975),52.
[12] Hugo Estrada, Los
diez mandamientos. (México, D.F.
: Publicaciones Kerygma,sf),45.
[15] Hugo Estrada, Los
diez mandamientos. (México, D.F.
: Publicaciones Kerygma,sf),46.
BIBLIOGRAFIA
Balanta Nevis. La seducción del chisme. Tecnura. Recreaciones, Nº 10, , 1er Semestre de 2002, 91-96.http://tecnura.udistrital.edu.comCastro Roberto. Estudios sobre cultura, género y violencia contra mujeres. 1ª edición. Cuernavaca, México: Editorial: Universidad Autónoma de México, 2008.
Estrada, Hugo. Los diez mandamientos. México, D.F. : Publicaciones Kerygma,sf.
El sentido del chisme en una comunidad de pobres urbanos, Ciencia, Docencia y Tecnología Nº 39, Año XX, noviembre de 2009,49-83
Freud Sigmon. Psicología de las masas y análisis del yo. México, D.F. : Editorial Iztaccihualtl.sf.
http: // www.alpasarlashoras.blogspot.com
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Rodríguez Arnoldo. Psicología Social. México, D.F. : Editorial: Trillas. 5ª.edición. . 1976.
Santa Biblia Nueva Reina Valera 1996. Ed. Miami, Florida: Asociación Publicadora Interamericana,1990.
White, Elena G. El camino a Cristo. Montain View, California: Ediciones Interamericanas, 1961.
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