jueves, 27 de septiembre de 2012

¿DONDE ESTA DIOS CUANDO MAS LO NECESITAMOS?

Por: Abel Meza



Esta fue la pregunta que me hizo una madre, les contare su historia , esa madre la conocí en Cancún, México, en una pequeña campaña de barrio que un grupo pequeño inicio y en el cual tuve el privilegio de apoyar la semana pasada como orador y cantante.

Ella no es cristiana, fue como visita toda esa semana y esta empezando a conocer de cristo Jesús, lo interesan
te es que su unico hijo del que voy hacer mencion le gustaba la iglesia adventista y varias veces fue con niños vecinos a las escuelitas de verano que la iglesia adventista hace cada año y alli aprendio mucho de Jesús.

Comenzó así:

Hno Abel, sabe acabo de perder a mi unico hijo. teniamos grandes esperanzas puestas en el, de hecho estabamos planeando su futuro el estaba en sexto año y este año entraria a la secundaria.
Tantas eran nuestros sueños de mi esposo y míos, que tomamos la desicion de operarme yo , para ya no tener otro hijo y darle todo a el; pero la tragedia llego a nuestro hogar, cuando recibimos la fatal noticia, cuando nuestro hijo sufrio un severo desmayo y tuvo convulsiones, luego en el hospital empezo a sangrar en su nariz el diagnostico no lo esperabamos , le detectaron "cancer en la medula osea" ya en estado avanzado, le comenzaron a practicarle quimio terapias severas, pero los dolores no dejaban de hacerlo sufrir a mi niño, el pronostico era muy malo, tenian que operarlo de emergencia,nosotros empezamos a orar a pedirle a a Dios que¡¡ hiciera un milagro!!

Me conto que fueron horas de angustiay cuando vio salir al cirujano saltó de su asiento.
Le preguntó:«¿Cómo esta mi pequeño?, ¿va a ponerse bien?, ¿cuándo lo podré ver?».
El cirujano dijo: «Lo siento; hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance».
Mi esposo se derrumbo soltando gritos de dolor y yo solo alcanca a decir consternada sin creerlo lo que me decian:
¿Por qué a los niños les da cáncer? ¿Es qué acaso Dios ya no se preocupa por ellos? DIOS,
¿Dónde estabas cuando mi hijo te necesitaba?».

El cirujano dijo: «Una de las enfermeras saldrá en un momento para dejarte pasar unos minutos con los restos de tu hijo antes de que sean llevados a la Universidad».

Pidió a la enfermera que si podia ver el cuerpo inerte de su pequeño, para despedirse . Recorrió con su mano su cabello negro.
La enfermera le preguntó si quería conservar uno de los rizos de su niño.ella asintió.
La enfermera cortó el rizo, lo colocó en una bolsita de plástico y se la dio.

Ella me comento algo, me dijo: «Fue idea de mi hijito donar su cuerpo al hospital infantil . Dijo que podría ayudar a alguien más. Eso es lo que el deseaba.
Yo al principio me negué, pero él me dijo ‘Mami, no lo usaré después de que muera, y tal vez ayudará a que un niñito disfrute de un día mas junto a su mamá.


Mi hijo tenía un corazón de oro, siempre pensaba en los demás y deseaba ayudarlos como pudiera». Ella y su esposo salieron del Hospital Infantil por última vez, después de haber permanecido ahí la mayor parte de los últimos 6 meses.

Colocaron la maleta con las pertenencias de su hijo en el asiento del auto, junto a ella. Fue difícil manejar de regreso a casa, y más difícil aún entrar a una casa vacía. Llevaron la maleta a la habitación de su hijo y colocó los autos miniatura y todas sus demás cosas justo como el siempre las tenía. Se acostaron en la cama y lloraron hasta quedarse dormidos, me dijo que ella se quedo dormida abrazando la pequeña almohada de el hombre araña de su hijo.


Despertó cerca de la medianoche y al voltear la almohada había una hoja de papel doblada. Abrió la carta,y la leyo, esa carta que su hijo con puño y letra la escribio antes de ser operado en el hospital.
ella me con los ojos llenos de lagrimas me la entrego, para que yo la leyese; la carta decia asi:

«Queridos papis: Sé que van a echarme de menos, pero no piensen que les olvidare o dejare de amarles sólo porque ya no estoy ahí para decirles LOS AMO. Pensaré en tí,pensare en ti mami, en ti papi cada día, papitos yo cada día los amaré aún más. Algún día nos volveremos a ver.

Si desean adoptar a un niño para que no estén tan solitos, podrá estar en mi habitación y podrá jugar con todas mis cosas. Si decides que sea una niña, probablemente no le gustarán las mismas cosas que a los niños, y tendran que comprarle muñecas y cosas de esas.

No se pongan tristes cuando piensen en mí; saben tuve un sueño en donde jesus me enseño el cielo, es lugar es grandioso.
Los Ángeles son muy amistosos y me encanto verlos volar. Jesús no se parece a todas las imágenes que vi de Él, pero supe que era Él tan pronto y lo vi.

En ese sueño mami; Jesús me llevó a ver a DIOS! ¿Y qué creen? Me senté en su regazo y le hablé y Él me escuchó con mucha paciencia, también me dijo que yo soy una personita muy pero muy importante. yo Le dije a Dios que quería escribirles una carta para despedirme y todo eso.
Dios me dió papel y Su pluma personal para escribirte esta carta. Creo que se llama Gabriel el ángel que te la dejará caer.

Dios me dijo que les respondiera a lo que se preguntaban: ‘¿Dónde estaba Él cuando yo lo necesitaba?’. Dios me dijo que estaba en el mismo lugar, en el que estuvo cuando su otro hijo, JESÚS, agonizaba en la cruz.
Mami, Él estuvo junto a mí consolándome y dándome fuerzas y alentándome, así como lo está con todos Sus hijos.

Esta noche estaré a la mesa con Jesús, para la cena. Sé que la comida será fabulosa. Casi olvido decirte… Ya no tengo ningún dolor; el cáncer se ha ido. Me alegra, pues ya no podía resistir tanto dolor y Dios no podía resistir verme sufrir de ese modo, así que envió al Ángel de la Misericordia para llevarme.
¡El Ángel me dijo que yo era una Entrega Especial!»

Firmado con amor, de: Dios, Jesús y Yo.

“Tómate un minuto y haz una pequeña oración, por aquellos seres que amas, pide que Dios los libre de carga, dolor y sufrimiento.
Luego descansa y observa el poder de Dios trabajar en tu vida por haber hecho algo que le agrada, sabiendo que Él está trabajando en las vidas de otras personas”

Sólo habla con Él. Recuerda que Él esta contigo.
¡Qué disfrutes tu día!

Proverbios 3:5-6.
«Fíate del Señor de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.»

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